Para comenzar debemos empezar a definir lo que es la succión.
Succión. Es un movimiento rítmico
y coordinado de la lengua y la boca del lactante, el cual se desencadena al
introducir el pezón, el dedo o el biberón dentro de la cavidad oral.
En los seres humanos, la succión
aparece como un reflejo desde las etapas prenatales, esbozándose ya en la
semana 18 de edad gestacional, pero la madurez se alcanza alrededor de las
semanas 34-36 de gestación. A las 32 semanas se hace presente el reflejo
nauseoso, necesario para defenderse en casos de aspiración de líquidos. Entre
las semanas 34 y 35 aparecen la coordinación entre succión, deglución y
respiración, y los movimientos incoordinados de la lengua. La succión es un
comportamiento reflejo que puede modificarse y aun intensificarse con las
referencias aprendidas; esto está determinado por el patrón madurativo del
sistema nervioso central. La noción clásica de succión comprende la formación
de una presión negativa intraoral. Si existe un elemento con un orificio dentro
de la boca, la presión negativa se extiende al objeto, y si este contiene
líquido, se transferirá a la boca.
CONSEJOS
Dentro del manejo adecuado de las
alteraciones en la succión-deglución-respiración, se sabe que muchas afecciones
y mejorías pueden tratarse con un posicionamiento adecuado de la cabeza con
respecto al tronco.
→ Aunque
la cabeza es de mayor tamaño y peso que el tronco del niño, es de suma
importancia que se encuentre alineada durante el proceso de alimentación. Esta
alineación se dará al sujetar la cabeza del niño por la base del cráneo con los
dedos índice y pulgar, y el resto de la mano entre las clavículas y las
escápulas para darle soporte. Se debe colocar al bebé sentado sobre las piernas
de la madre. Con esta posición se logra mantener la cabeza alineada,
ligeramente elevada, para permitir que el paso del líquido por la orofaringe
sea seguro, principalmente cuando el niño tiene disfunción
velo-palatina o alteraciones respiratorias que provocan desaturación de oxígeno
y fatiga.
→ Debemos
integrar el reflejo de búsqueda, el cual es parte fundamental para el inicio de
la succión del seno materno. La manera en que nosotros realizamos la
estimulación para el reflejo de búsqueda es mediante golpeteo firme y continuo
alrededor de los labios. Esto ocasionará primero que el niño logre entreabrir
la boca, tratando de alcanzar el dedo con el cual estamos estimulando, y
posteriormente que frunza los labios y los apriete durante el tiempo que
continúe el estímulo. Si el objetivo es mejorar el tono muscular, el
golpeteo debe continuarse hasta las mejillas.
→ Las alteraciones en la coordinación lingual se
pueden trabajar realizando un barrido con el dedo índice o meñique sobre la
lengua del recién nacido, lo más atrás que se pueda sin ocasionar reflejo
nauseoso, y deslizar el dedo efectuando presión hasta la punta de la lengua.
Asimismo, al momento de ofrecer el seno, ejercer presión contra el paladar
con el pezón para que se favorezca el bajar la lengua y se coloque en la
posición adecuada para la succión.
→ El
hecho de que, al succionar, el recién nacido tenga un adecuado cierre labial
tiene como objetivo que se fatigue menos durante el proceso de alimentación;
esto facilitará la fuerza y la posición con que la lengua realiza la compresión
tanto del pezón como de la tetina al momento de alimentarse. Al tener un
adecuado cierre labial, habrá un menor derrame de leche al momento de succionar.
Por esto, es importante trabajar las técnicas acordes e ideales para que el
cierre labial sea el adecuado.
El apoyo mandibular se realiza con los dedos
medio y anular de la mano con que se sostiene la mama al momento de la
alimentación. Mediante este soporte, se ayuda a que el niño cierre mejor la
boca al succionar y a que no tenga tanta entrada de aire o persista con la
mordida fásica. Este apoyo se aplica en niños con bajo tono muscular y con
tono aumentado.
→ En
el caso de que la mama produzca demasiada leche, se recomienda que la madre
alimente al bebé estando sentado frente al seno y tras extraer previamente un
poco de leche.
Referencia.
(Aguilar-Vázquez, Lucía Pérez-Padilla, De, Martín-López, &
Romero-Hernández, 2018). Rehabilitación de las alteraciones en la
succión y deglución en recién nacidos prematuros de la unidad de cuidados
intensivos neonatales.
http://www.scielo.org.mx/pdf/bmim/v75n1/1665-1146-bmim-75-01-15.pdf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario